"Donald Trump es un líder con vocación autoritaria, pero no ha logrado convertir Estados Unidos en una dictadura, porque sus instituciones, su oposición y su sociedad civil son demasiado sólidas. En cambio, Nayib Bukele ha logrado un control personalizado, total y absoluto sobre todos los órganos e instituciones del Estado."
Esta es la introducción: "Los países que se deslizan de la democracia a la autocracia tienden a seguir patrones similares. Para evaluar lo que está sucediendo en Estados Unidos, el consejo editorial del Times ha recopilado una lista de 12 indicadores de erosión democrática, con la ayuda de académicos que han estudiado este fenómeno. La cruda realidad es que Estados Unidos ha retrocedido, en distintos grados, en los 12 indicadores.
Nuestro país aún no se acerca a ser una verdadera autocracia, al estilo de Rusia o China. Pero una vez que los países comienzan a alejarse de la democracia, la marcha suele continuar. Ofrecemos estos 12 indicadores como una advertencia de cuánto han perdido ya los estadounidenses y cuánto más podrían perder aún."
Luego, el editorial va evaluando, indicador por indicador, hasta qué punto Estados Unidos ha avanzado hacia una autocracia. Vamos a hacer el mismo ejercicio con El Salvador.
I.
1. Un gobernante autoritario siempre sofoca la disidencia y la libertad de expresión. Bukele ha llevado esto al extremo de encarcelar a disidentes y obligar a otros a salir al exilio.
II.
2. Un gobernante autoritario persigue judicialmente a los opositores políticos. Bukele ha puesto a la Fiscalía y al órgano judicial, ambos controloados por el ejecutivo, a abrir juicios y condenar a docenas de políticos de partidos opositores.
III.
3. Un gobernante autoritario pasa por alto al poder legislativo. Bukele hace esto de manera diferente a Trump, tomando el control de la Asamblea Legislativa y reduciéndola a un órgano sin iniciativa propia que solo aprueba, sin discusión, todos los proyectos de ley de la Casa Presidencial.
IV.
4. Un gobernante autoritario usa la Fuerza Armada para el control doméstico. Bukele está mucho más avanzado que Trump en este terreno. Tiene años de tener al ejército desplegado en el país para garantizar la seguridad pública y cumplir los objetivos del estado de excepción: capturas y sembrar el miedo.
V.
5. Un gobernante autoritario desafía a las cortes de justicia. En El Salvador ya no hay necesidad de desafiar las cortes. Están bajo el control total del ejecutivo, incluidas la Corte Suprema y su Sala de lo Constitucional.
VI.
6. Un gobernante autoritario declara emergencias nacionales con pretextos falsos. Bukele ha hecho durante años y de manera permanente. El Estado de Emergencia, con el cual gobierna desde marzo de 2022, se justificó con la amenaza existente de las pandillas. Esta amenaza dejó de existir a finales de 2022, cuando el gobierno ya tenía encarceladas a 80 mil personas acusadas de ser miembros de las pandillas y Bukele declaró que estas organizaciones criminales estaban derrotadas. Sin embargo, el régimen de excepción ha sido prorrogado mes a mes y sigue vigente. Está siendo utilizado como instrumento de control social y político.
VII.
7. Un gobernante autoritario vilipendia a los grupos marginales. Bukele hace esto en el caso de activistas de los derechos de las minorías sexuales, de vendedores ambulantes y del comercio informal. En este campo, Trump, con sus discursos de odio racista a los migrantes, le gana a Bukele.
VIII.
8. Un gobernante autoritario controla la información y los medios noticiosos. En este campo, Trump y Bukele operan de manera diferente, debido a que en Estados Unidos los grandes medios escritos y de TV tienen más capacidad de resistencia. Bukele ha logrado erradicar la transparencia de manera total, negando a los medios y a los ciudadanos el acceso a la información pública. Ha logrado obligar a algunos medios y muchos periodistas a ir al exilio y a callar a otros medios (TV).
IX.
9. Un gobernante autoritario intenta tomar el control de las universidades. Bukele no tiene mayores problemas con las universidades. Con excepción de la universidad jesuita UCA, las universidades no ejercen crítica al gobierno. La universidad pública está sometida a cortes de presupuesto y obligada a negociar con el gobierno. Las universidades privadas mantienen silencio. Los estudiantes, tradicionalmente rebeldes, están sometidos a las amenazas que conlleva el estado de emergencia.
X.
10. Un gobernante autoritario crea un culto a su personalidad. Bukele ha hecho esto; es parte esencial de su sistema de propaganda y de su estilo de liderazgo. El gobierno es unipersonal, igual que el de Trump. Creo que el puntaje que el NYT otorga a Trump en este campo se queda corto.
XI.
11. Un gobernante autoritario utiliza su poder para enriquecerse. En este campo, Bukele y Trump son iguales. La única diferencia es la magnitud de su enriquecimiento. Ambos actúan como clan.
XII.
12. Un gobernante autoritario manipula la ley para mantenerse en el poder. Trump ha tratado de quedarse en el poder en el 2020, luego de perder las elecciones, alegando fraude y movilizando a un mob violento para que se cambiara el resultado. Pero fracasó. Sin embargo, ganó las siguientes elecciones legítimamente y regresó al poder en 2025. En cambio, Bukele fue reelecto a un segundo mandato consecutivo, en violación a la Constitución, y luego mandó reformar, mediante un procedimiento inconstitucional, la Carta Magna para poder reelegirse tantas veces como quiera. Precide un gobierno de facto e incostitucional. Y así serán sus siguientes si es reelecto.
Conclusión:
Donald Trump es un líder con vocación autoritaria, pero no ha logrado convertir Estados Unidos en una dictadura, porque sus instituciones, su oposición y su sociedad civil son demasiado sólidas. En cambio, Nayib Bukele ha logrado un control personalizado total y absoluto sobre todos los órganos e instituciones del Estado. En casi todos los 12 indicadores desarrollados por el NY Times para medir el grado de autocracia en un país, se observa que El Salvador vive bajo una dictadura.
No dudes que esta promesa de grandeza no vaya a entusiasmar a los salvadoreños, incluso lo suficiente para que dejen de pensar en el alto costo de la vida, en el desempleo y en sus primos que se pudren en Izalco.
SIGUIENTE PÁGINA, lunes 3 noviembre 2025
Estimado Yamil:
¿Quieres llevar al fútbol salvadoreño a la gloria? Toma como ejemplo a tu hermano. Think big! ¡PIENSA EN GRANDE!, aunque sea paja.
Para que el fútbol llegue a la altura de los triunfos de Nayib (como el CECOT, “la cárcel más grande y segura del mundo, de la cual nadie saldrá vivo”; como el sistema de salud “más eficiente de nuestra historia”, que cura sin necesitar comprar medicamentos; como el centro histórico de la capital, en el cual está eliminada la pobreza; como la biblioteca más moderna de América Latina, en la cual la lectura ya no es requisito para entretenerse...), tienes que llevar a la Selecta no solo al mundial 2030 sino por lo menos a los cuartos.
Si quieres ser fiel a la filosofía con la cual tus hermanos (los 4 meros meros) están transformando el país no tienes que peguntarte si una meta es factible, sino cómo la vendes para que en el imaginario popular se vuelva realidad - como Surf City, el Bitcoin con su City, el desarrollo de la zona oriental a través del aeropuerto La Unión... Tal vez así logras que te acepten en Bukele Hnos…
Hay que pensar fuera de la caja, o sea fuera de las limitaciones de factibilidad y sostenibilidad. Tu hermano se lanzó a la política con un plan de megainversiones y megadesarrollo de un pueblito. Vaya ver hasta dónde ha llegado el pueblito – y hasta dónde ha llegado Nayib. No hay límites en el mundo de la realidad paralela.
¿Te ayudo con algunas nuevas ideas?
Me confirmaron que Pep Guardiola está aburrido de los triunfos fáciles y desea volver a inventarse, con un proyecto desafiante. Igual Jürgen Klopp. Hay que contratar un coach de este quilate. No importa el precio. Si tus hermanos ven que tu apuesta es gigantesca, te la van a financiar. Han metido millonadas en pendejadas.
Pero no tendría sentido con los jugadores muertos de hambre que hay en El Salvador. Tráigase unos 15 bichos de las canteras que hay en Turquía, en Marruecos, en Egipto. Cómprenlos, son baratos. Un millón cada uno. Si son bichos de 16 años, busquen familias salvadoreñas para adoptarlos; luego, nacionalicenlos y arreglen con la CONCAF y la FIFA. Un coach como Jürgen Klopp o Pep Guardiola va a pulirlos y entregar en dos años una docena de jugadores como Jamal Musiala o Lamine Yamal.
No dudes que esta promesa de grandeza no vaya a entusiasmar a los salvadoreños, incluso lo suficiente para que dejen de pensar en el alto costo de la vida, en el desempleo y en sus primos que se pudren en Izalco.
Como parte del clan Bukele bien sabes que todo es posible con una buena campaña.
"Tu colega Roberto Jaco no sobrevivió en la cárcel. Vos tendrás que enfrentar otro juicio – y en este pleito no podré acompañarte. Cuidate mucho y acordate: Nunca dejarse joder y jamás dejar de joder.."
SIGUIENTE PÁGINA, jueves 30 octubre 2025
Estimado Genaro:
Casi me fui en la chicagüita cuando salió un tuit anunciando que te habías muerto. Mierda, me dije, otro que ya no estará peleando en este país de miedo y silencio...
Decidí dedicarte un homenaje. Homenaje a un luchador. Empecé en mi cabeza a redactarlo – hasta que me enteré de que estabas vivo y coleando. Me alegré, pero me quedé con la carta a medias. Decidí escribirla de todos modos, solo que a un hombre vivo...
Te vi peleando con todos los gobiernos y, sin excepción, todos trataron de cagarse en el transporte público. Pero vos no solo sos pleitista, sino también un negociador nato, un concertador. Con cada gobierno con el cual armaste pleito, luego te sentaste para concertar cómo mantener funcionando el transporte público, que, por falta de visión de los gobiernos, es un caos, pero tiene que seguir funcionando. Luego, cuando el gobierno no cumplió los acuerdos, vos le armaste un pleito mayor, con todo. No sin luego buscar el diálogo para que el transporte siguiera funcionando. Para mí, esta característica tuya de ser a la vez pleitista y concertador es un principio esencial de la democracia. La democracia no significa que siempre haya paz y concordia, sino que es la dialéctica de conflicto y concertación, de lucha y acuerdo…
En uno de estos momentos de confrontación, entraste al ring con Nelson García, el viceministro de transporte de turno, y ante las cámaras de la tele le llamaste “el capo de los capos”. El hombre se encachimbó y te demandó por difamación. Gran error. Comenzó el deschongue. Dijiste que Nelson hubiera tenido que demandarme a mí, que vos solo habías citado una carta mía. Era cierto: yo le había dedicado una carta a Nelson titulada: “Carta al capo di capi del VMT” – y jamás me demandó.
Entonces, para echar leña al fuego, publiqué otra carta a Nelson: “Carta al capo di capi, sostengo lo dicho”. Y en esta carta le expliqué, haciendo gala de mis estudios de lingüística y literatura, que decirle a alguien “capo de capos” no es difamación. Primero, en cualquier diccionario se lee que capo significa “jefe”; segundo, incluso si le dijéramos “mafioso” en un contexto satírico, no constituiría difamación. La famosa libertad del arte...
El día siguiente me preguntaste si estaba dispuesto a testificar en tu juicio, como experto. Experto en puteadas... Claro que estuve de acuerdo. Así que el día de la audiencia estuvimos sentados los dos fuera del juzgado, cagados del chiste sobre lo que iba a pasar adentro. Pero el juez se salvó. Apareció tu abogado y dijo: “Ya estuvo; Nelson te perdonó y retiró la demanda.” Me robaron el show.
Así que concertaste con todos los gobiernos, menos con el actual, porque Bukele nunca busca acuerdos, sino que impone – y cuando alguien no se deja, lo destruye. Pregunten a Catalino. Por eso te mandó a capturar a vos y a una docena de empresarios de transporte en mayo pasado. Tu colega Roberto Jaco no sobrevivió en la cárcel. Vos tendrás que enfrentar otro juicio – y en este pleito no podré acompañarte.
Cuidate mucho y acordate: Nunca dejarse joder y jamás dejar de joder. Tu amigo
"Hay que detener este avance del racismo y su guerra contra los pobres, en Alemania, en Estados Unidos y en El Salvador."
SIGUIENTE PAGINA, sábado 25 octubre 2025
Herr Bundeskanzler:
Usted dijo: “Hemos avanzado mucho en el manejo del problema de la migración”. Pero aún tenemos este problema con el paisaje urbano. Por eso, el ministro del Interior está preparando deportaciones en mayor escala...” Palabras del jefe del gobierno alemán...
Todo el mundo entendió perfectamente su mensaje. La ultraderecha dijo: “Al fin el gobierno entiende que urge limpiar nuestras ciudades de tantos extranjeros vagos que vinieron para vivir de nuestro sistema del bienestar y para molestar a nuestras mujeres.”
Los 20 millones de alemanes con origen migratorio también entendieron su mensaje. Dijeron: “Ahora el jefe del gobierno asume las posiciones racistas de la ultraderecha. Ahora las personas que no somos blancos somos para el gobierno una mancha fea en la imagen urbana que hay que limpiar...”
La oposición y los socialdemócratas, que forman parte de la coalición gubernamental, le exigieron que pida disculpa por sus declaraciones con tinte racista. Usted hizo lo contrario, echando gasolina al fuego, diciendo: “Pregunten a sus hijas y van a entender de qué estoy hablando...” Quiere decir: “Los extranjeros que andan vagando en los centros urbanos son una amenaza para nuestras hijas...” Estilo Trump, quien dijo: “Estamos invadidos por violadores que entran por la frontera sur...”
Lo que usted no entiende, Herr Bundeskanzler, es que las manchas en el paisaje urbano que le molestan a usted son resultados de problemas sociales que su gobierno, igual que los anteriores, se ha negado a enfrentar y resolver. Vienen de mucho antes que la migración masiva. Siempre hubo jóvenes desempleados, homeless y alcohólicos concentrados alrededor de las estaciones de trenes, los únicos lugares abiertos las 24 horas. Nunca hubo políticas de inserción social de estas ‘manchas’ en el paisaje urbano. Mucho menos para los millones de inmigrantes y sus hijos, que llegaron huyendo de Afganistán, Irak, Siria, Ucrania.
Las derechas, en vez de construir políticas de inserción social, cultural y económica, apuestan a medidas represivas; cuando se trata de migrantes, recetan deportaciones y limpiezas raciales; cuando se trata de pobres nacionales, proceden con desplazamientos forzosos. Lo estamos viendo en Estados Unidos: operativos militares contra la pobreza urbana, que Trump ya no quiere ver en el paisaje urbano de Washington, y redadas y deportaciones masivas contra inmigrantes. Limpieza social y racial.
Lo mismo vemos en El Salvador: desplazan a las pobres del centro histórico con desalojos violentos y masivos. Los desalojan de las zonas turísticas en las costas.
Es una guerra contra los pobres, en las ciudades de Estados Unidos y de El Salvador. Limpieza social. Y donde hay minorías étnicas, limpieza racial. La ultraderecha en Alemania, Francia, Inglaterra está preparada a llevar a Europa esta guerra contra los pobres, empezando con expulsar a los migrantes. Guerra contra los pobres en vez de guerra contra la pobreza. Y políticos como usted, conservadores asustados del peligro de ser desplazados por los neofascistas, adoptan sus discursos racistas, supuestamente para detener el crecimiento de los movimientos populistas. No les cuesta, se adaptan con gran facilidad, porque en el fondo comparten el racismo latente. Usted es el ejemplo, Herr Merz.
Hay que detener este avance del racismo y su guerra contra los pobres, en Alemania, en Estados Unidos y en El Salvador.