sábado, 27 de marzo de 2010

Carta al presidente Funes

Estimado señor presidente:

Le escuché decir en televisión: “No hay ni una sola decisión de este gobierno que no esté basada en el legado de monseñor Romero.”

Vaya. Es una cosa que el presidente, en su discurso de toma de poder, declare que Monseñor Romero será la “guía espiritual” de su gobierno. Otra cosa diferente es que cada una de las decisiones del gobierno esté tomada siguiendo el ejemplo del maestro.

Esto provoca algunas preguntas: ¿En cuales de los principios que encarnó Oscar Arnulfo Romero usted habrá basado su decisión de nombrar como presidente de la Lotería Nacional a un señor con reputación de abusador de sus colaboradoras?

¿En qué homilía de monseñor Romero se ha inspirado, señor presidente, cuando exigió a su secretaria de Cultura que despidiera a su director de Artes para nombrar a un amigo de su esposa? ¿Y realmente estaba pensando en monseñor cuando, al no acatar ella esta orden, la despidió?

¿Se habrá sentido muy cercano a su ‘guía espiritual’ cuando tomó la decisión de no investigar casos de corrupción del gobierno Saca?

¿Habrá pensado en Oscar Arnulfo Romero su canciller Hugo Martínez cuando no hizo caso a la solicitud del vice cónsul en San Francisco de dejarlo unos meses más en su cargo mientras su hijo se someta a una operación de corazón?

¿El “compromiso preferencial con los pobres” le habrá guiado cuando autorizó varios millones de dólares para la remodelación de la residencia presidencial, de la residencia del vicepresidente y de la casa del lago Coatepeque?

¿Cuál parte del legado ético de monseñor le inspiró a mantener como presidente de la CEL al hijo de Nicolás Salume, quién tan generosamente le había proporcionado una mansión para vivir dignamente... y 3 millones de dólares para su campaña?

Para mi, cometer errores es humano. Sólo el que no hace nada, no comete errores. Lo que le quiero reclamar no son los errores que ha cometido, sino más bien la manera como usted se declara infalible, diciendo cosas como “No tenemos el derecho de errar en el camino” o esta frase más reciente que cada una de las decisiones de su gobierno está basada en el legado de Monseñor Romero.

Oscar Arnulfo Romero no merece este abuso de su nombre.

Paolo Lüers

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jueves, 25 de marzo de 2010

Palabras claras

Diputado Ricardo Vladimir González en la Asamblea Legislativa de El Salvador, el 24 de marzo 2010:


Palabras peligrosas

Las declaraciones que llevaron a la captura del presidente de Globovisión

La captura del presidente de Globovisión

Diversos voceros nacionales e internacionales emitieron este jueves declaraciones en rechazo a la medida de detención dictada contra el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, por sus palabras ante la Sociedad Interamericana de Prensa.

El Presidente de la Empresas 1BC, Marcel Granier rechazó la detención del presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga y la calificó como un procedimiento "violatorio de la constitución", pues en ningún momento se le han imputado cargos, lo que evidencia el abuso de los poderes judiciales del Estado.

Expresó que en Venezuela estamos viviendo regímenes como el de Fidel Castro, mencionó como un ejemplo de ello, la estadía en el país del cubano Ramiro Valdez.

Dijo que espera que la Corte Interamericana de los Derechos Humanos se comunique con la Secretaría general de la OEA para que aplique la Carta Democrática Interamericana.

El intelectual peruano Mario Vargas Llosa, dijo sobre la detención del presidente de Globovisión, que es parte de los "gestos desesperados" de un gobierno que "ha fracasado estrepitosamente en lo que se ha propuesto, un gobierno que se siente cada vez más impopular".

El ex presidente de la Comisión de la CIDH, Raúl Arrieta considera que se le han violado los derechos constitucionales al Presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga. Puntualizó que la Carta Magna establece que toda persona tiene derecho a ser juzgada en libertad y a un debido proceso, lo que implica que la persona debe haber participado en todo momento en la investigación y el Fiscal encargado tendría que actuar tomando en cuenta lo que perjudica y favorece.

Reiteró que al no haber una imputación en contra del presidente de Globovisión, se califica su detención como una violación constitucional y convencional de los derechos individuales, sociales, civiles y políticos, además de haber infringido en los pactos internacionales de las Naciones Unidas.

El editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, dijo que "el delito de opinión se está convirtiendo en una manera de llevar a la gente que se opone al régimen a la cárcel".

Asdrúbal Aguiar, ex juez de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, aseguró que en Venezuela se persigue a la disidencia política con miras a las elecciones parlamentarias. Con la detención de Guillermo Zuloaga "comienza a desnudarse en su faz represora y dictatorial al gobierno venezolano".

Aguiar señaló que esta acción se suma a la medida contra el ex gobernador Oswaldo Álvarez Paz porque el gobierno está consciente de haber entrado en una suerte de tobogán y de pérdida de la popularidad.

Expresó su seguridad sobre el montaje de una persecución con la asesoría cubana.

El abogado señaló que tiene que producirse una reunión hemisférica y continental y debería haber una reacción inmediata de la secretaría general de la OEA.

Denunció que ya, sin ningún tipo de pudor, se actúa contra la disidencia.

La relatora para la Libertad de Expresión de la CIDH, Catalina Botero, calificó la detención de “extraordinariamente grave". Dijo que en el país "hay un uso desproporcionado del poder del Estado hacia la crítica y la disidencia".

Botero resaltó que, a su juicio, existe una falta de independencia en el Poder Judicial y "ningún juez democrático en ningún país democrático del mundo aplicaría un artículo de esa naturaleza", en referencia al Código Penal venezolano.

"Detrás de esto están los cimientos del Estado democrático. Yo me pongo al servicio de las autoridades de Venezuela”, manifestó.

Por su parte, el alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, dijo sentirse "indignado" como venezolano al ver "cómo se utiliza la justicia para criminalizar una forma distinta de pensar".

Precisó que la opinión puede generar acciones por difamación e injuria cuando se calumnia a una persona, pero tiene que ser la persona agraviada la que accione. "Esa utilización de la justicia solamente para quien opine distinto del Gobierno es vergonzoso", dijo.

Desde España, el diplomático e intelectual colombiano, Plinio Apuleyo Mendoza, dijo que en el país, con medidas como la detención del presidente de Globovisión, “comienza a desaparecer el último rasgo del sistema democrático".

"Es una desviación hacia el autoritarismo. Se mantenían pequeñas brechas de libertad de expresión y eso está desapareciendo. Ya no hay la menor duda de que esto tiene una deriva típicamente autoritaria, propia de un régimen dictatorial. El socialismo del siglo XXI es una mezcla de comunismo y fascismo, muy peligrosa en el continente.

El internacionalista Simón Uzcanga dijo que "cuando estamos hablando de detenciones arbitrarias, podemos hablar de miles de casos donde se están violando los derechos humanos a través de las bandas armadas".

Destacó que los estados miembros de la OEA están implicados en la defensa de los derechos humanos. "Espero que estemos a la altura de las circunstancias y sepamos cómo defender los derechos humanos en América Latina", destacó.

El director de la ONG Espacio Público, Carlos Correa, manifestó que es una clara violación la detención del presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, y añadió que es una muestra de que se está sancionando las voces críticas.

Se sumó a las voces de rechazo a este tipo de acciones y recordó que precisamente este jueves la CIDH emitió un comunicado sobre el uso del poder punitivo del Estado para silenciar.

Correa cree que es a través de la rectificación y la réplica como se puede solventar los problemas, porque la otra vía es la represión del debate.

Por su parte, el ex presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Marco Tulio Bruni Celli, dijo que se trata de una “política sistemática de acallar toda opinión disidente".

"Se intenta amedrentar, callar, crear temor, miedo, imponer censura previa. El Parlamento, en vez de controlar al Ejecutivo, de impedir lo que está ocurriendo, lo que hace es iniciarse contra Álvarez Paz y ahora contra Zuloaga. Esto tiene como antecedente el cierre de RCTV, de las 30 y tantas emisoras. El país tendrá que reaccionar de alguna manera", destacó.

El ex presidente de la CIDH, Carlos Ayala Corao, dijo que es “sumamente grave” que se haya producido esta retención porque no sólo se violan principios básicos del debido proceso, sino porque está implicado el derecho humano de la libertad de expresión.

Reiteró que se trata de un asunto muy delicado que debe prestarse para la consciencia dentro y fuera del país.

El presidente de Comisión de Tortura de la ONU, Claudio Grossman, explicó que la libertad de expresión “implica que uno no puede criminalizar la opinión. El hecho de que se detenga a una persona como Guillermo Zuloaga es una violación flagrante de las obligaciones internacionales libremente consentidas en la región".

El embajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, declaró que este tipo de situaciones dejan muy mal al gobierno de Venezuela y lo que ocurre cree que es lo más aberrante de cuanto ocurre en el país.

El diplomático espera que pronto se pronuncie el secretario general de la OEA e inste a las autoridades venezolanas a liberar a Álvarez Paz y al presidente de Globovisión.

Ignacio Álvarez, relator de la Libertad de Expresión para la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó preocupación por la detención del presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga y el dirigente Oswaldo Álvarez Paz.

Calificó las acciones como una "etapa de restricción" del gobierno nacional, que en su consideración es una mala señal para la democracia y libertad de expresión en Venezuela.

José Ángel Ocanto, jefe de redacción del Impulso en Barquisimeto indicó que “poco le importa a este gobierno pisotear la legalidad y que está envuelto en este ejercicio de democracia y libertad que se maneja previo a una campaña electoral”.

Recordó un artículo en la declaración de Chapultepec, que dice “la libertad no debe ser coartada en función de ningún fin, la libertad es una pero a la vez múltiple en sus manifestaciones”. En ese sentido, lo que ocurrió hoy con el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, merece la repulsión del país y de la comunidad internacional.

(Globovisión.com)

Columna transversal: Romero, ejemplo de coraje civil

En enero del año 1980 recibí en Berlin, Alemania, la visita de unos salvadoreños que dijeron ser guerrilleros de una cosa que llamaban Ejército Revolucionario del Pueblo. Lo que me contaron era tan grotesco que no les creí la mitad. Me hablaron de sacerdotes asesinados, de sindicalistas torturados, de profesores decapitados. Esta parte me pareció exagerada y dramatizada, pero en el fondo coincidía con lo que uno de izquierdoso se imaginaba que pasaba en este tipo de países salvajes en América Latina. Pero cuando me empezaron a contar de la guerrilla y de las milicias que estaban preparando la insurrección, me sentí defraudado. Otros poetas revolucionarios invocando la ira de las masas.

Los chavos me cayeron súper bien. La pasamos de maravilla en los barrios bohemios de Berlin. Compartimos preferencias en música, cine, literatura, filosofía. Compartimos el menosprecio al autoritarismo de los países comunistas. Nos hicimos amigos, pero no les hice caso. Me pidieron organizar una campaña de solidaridad, y yo les mandé con los grupos católicos enamorados de Ernesto Cardenal. Me retaron como reportero: ¿Por qué no vas a San Salvador y te enseñamos la represión y la revolución? Puedes ser testigo de algo grande.

Algo grande en su imaginación, les dije. Y despaché a San Salvador a un reportero de nuestro periódico que ya estuvo en Managua entrevistando a lindas mujeres comandantes y ministras. "Esté pendiente del 22 de enero", me dijeron en el aeropuerto, cuando nos despedimos. "¡Vamos a hacer temblar la dictadura!"

Una semana después recibí de nuestro corresponsal en Salvador las crónicas y las fotos de la marcha del 22 de enero y su represión. Y la entrevista con un comandante guerrillero, cuya cara ya había visto en Berlin, diciéndome: "Queríamos mandar un mensaje a los incrédulos..."

Me sentí como un idiota. Como un cínico que ya no es capaz de imaginarse otra cosa que fracasos, derrotas y mentiras. Cuando me hablaron mis amigos desde San Salvador, les pregunté: "Y ahora, ¿qué viene? ¿Más marchas? ¿Más muertos?"

"No, más marchas no. Más muertos sí, porque vamos a la guerra. Necesitamos apoyo".

Incrédulo que soy, nuevamente no les creí. Resulta que era cierto lo de las masas. Era cierto lo de la represión. Pero una guerra en un país como El Salvador, esto es un locura... Eso no funciona.

Cuando en marzo supe del asesinato de Romero y vi en televisión las escenas del día del entierro enfrente de Catedral, al fin entendí: Van a la guerra, a pesar de que es una locura. A pesar de que saben que es una locura. Y es más: No les queda otra.

Este día empezamos a organizar la campaña "Armas para El Salvador", que era otra locura en teoría imposible, pero en la práctica un éxito (político y financiero) sin precedentes. En un mes se reunieron más de 3 millones de dólares en una campaña abiertamente para armas. Y este mismo día de la muerte de Romero decidí: Estos locos del ERP tenían razón: Tengo que ir a El Salvador.

No voy a decir que es por Oscar Arnulfo Romero que estoy en El Salvador. No sólo no soy religioso, soy muy crítico del rol de la Iglesia en la política. Detesto que me sermoneen. Además, sospecho del culto a los héroes y aún más del culto a los mártires. Detesto esta parte de la cultura de izquierda.

Vine a El Salvador porque no pude resistir a unos locos que me dijeron: "Nosotros vamos hacer la guerra, aunque no hay condiciones. ¿Por qué no te encargas vos de documentarla, de hacerla visible?"

Me quedé en El Salvador, porque la manera cómo estos locos hicieron la paz me pareció aún más audaz y creativa que la manera excepcional cómo hicieron la guerra.

¿Qué tiene todo esto que ver con Oscar Arnulfo Romero, quien fuera asesinado hace 30 años? Algo tiene que ver, aunque repito, no tengo mucho uso para mártires ni para santos. Sigo amando este país por la enorme capacidad de lucha y la igual capacidad de reconciliación de su gente. Este es el legado de Oscar Arnulfo Romero. Este y una cosa que en alemán llamamos "Zivilcourage": coraje civil. El valor del individuo de actuar obedeciendo a sus valores cívicos; el coraje del ciudadano frente al Estado y la sociedad.

Mientras que algunos, invocando el nombre de San Romero, el mártir, quieren revitalizar las divisiones ideológicas, la mayoría, asumiendo el legado de Romero, el ciudadano con coraje civil, trabajan con ex-correligionarios y ex-enemigos en construir un proyecto común de país y de domocracia.

A estos otros, algunos de izquierda y otros de derecha, se debe que todavía me fascina la política en El Salvador. Así como a uno le fascinan las tareas no concluidas, los retos. Por eso, no solamente no pude dejar El Salvador, sino que tampoco pude dejar la política.

(El Diario de Hoy)

Carta a Don Ramón

Querido Don Ramón:

Un fantasma recorre la capital, primero en Merliot, después en el Mercado Central de San Salvador, en Plaza Mundo en Soyapango, en el centro histórico de Santa Tecla, en las ciclovías, en las universidades finas y menos finas...

El fantasma sos vos, don Ramón. Tu cara de repente aparece en miles de en camisetas, en calcomanías, en murales, en facebook, en youtube... Y nadie sabía a qué viniste.

Luego te transformas. Primero con cara feliz, de repente con cara de encachimbado: “¡Don Ramón está harto!”

¿Harto de qué, Ramón? ¿Y quién diablos está detrás de esto? En Santa Tecla vimos a los activistas de Oscar Ortíz con camisetas tuyas. Ah, ¡es el Frente quien está lanzando una campaña con don Ramón. ¿Estarán harto de Mauricio Funes? ¿O de las tarifas telefónicas?

Pero el mismo día reportan que la gente de Norman andan repartiendo tus camisetas en todos los mercados de San Salvador. Y dicen que Toby jr. también regala camisetas de Don Ramón. Igual que unos bichos que antes hemos visto con camisetas verdes del pescado. Y yo personalmente vi unas patrullas de la PNC con la calcomanía que decía: Don Ramón está harto...

Entonces, ¿qué diablos es la cosa que tiene hartos a todo el mundo, no importando partidos o credos?

¡La violencia! Ya te cachamos, don Ramón, andas en una campaña contra la delincuencia.

¿Pero quién está detrás de esto? Parece que nadie y todos. ¿Será cierto que al final se hacen escuchar los ciudadanos encachimbados?

Yo me uno. ¿Y sabés qué, Ramón? Somos más.

Que sigas jodiendo, viejo, este jueguito ya me empezó a gustar.

Esperando con qué más nos vas a salir, Paolo Lüers

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miércoles, 24 de marzo de 2010

U.N. Group Rejects Shark Protections

PARIS — Delegates to a United Nations conference on endangered species voted down three of four proposals to protect sharks on Tuesday, handing another victory to Japan, China and countries opposed to the involvement of the international authorities in regulation of ocean fish.

The nations gathered in Doha, Qatar, for the Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora, rejected proposals that would have required countries to strictly regulate — but not ban — trade in several species of scalloped hammerhead, oceanic whitetip and spiny dogfish sharks.

The hammerhead and whitetip proposals, introduced by the United States and the tiny Micronesian island of Palau, received majority backing. But the treaty behind the conference, abbreviated as Cites, requires that measures be approved by two-thirds of the delegates who are voting.

A proposal from the European Union and Palau to protect porbeagle sharks squeaked by with a vote of 86 to 42, with 8 abstentions — a winning margin of a single vote. All of the votes were by secret ballot.

“We will continue to pursue our efforts to protect sharks from eradication by the decadent and cruel process of shark-finning,” Stuart Beck, Palau’s ambassador to the United Nations, said in a statement. “I am sure that, properly prepared, bald eagle is delicious. But, as civilized people, we simply do not eat it.”

China, by far the world’s largest consumer of the cartilaginous fish, for sharkfin soup, and Japan, which has battled to keep the convention from being extended to any marine species, led the opposition.

“This is not about trade issues, but fisheries enforcement,” Masanori Miyahara, Japan’s top fisheries negotiator, was quoted by The Associated Press as telling delegates. “Poaching is a big problem.”

Juan Carlos Vásquez, a spokesman for the United Nations convention, said that the votes on the hammerhead and the porbeagle — a close relative of the great white shark that is prized for its meat — could be reopened on Thursday and possibly overturned at the final session of the conference because the margin of passage was so narrow.

Most of the other conference votes would be likely to stand without challenge, he said.

Tom Strickland, the head of the United States delegation, said in a statement that Tuesday’s votes were “a major loss for marine conservation.”

On Monday, delegates voted to uphold a 21-year ban on international trade in ivory, rejecting efforts by Tanzania and Zambia to sell part of their stocks. Last week, the conference opposed an outright ban on international trade in bluefin tuna. A proposal to extend trade controls to red and pink corals was also voted down.

http://www.nytimes.com/2010/03/24/science/earth/24shark.html?ref=earth

martes, 23 de marzo de 2010

Carta al Papa Benedicto XVI

Su santidad, estimado paisano Joseph Alois Ratzinger:

Le escribo desde San Salvador. Aunque soy paisano suyo, aquí vivo desde el año 1981.

Entiendo que usted tiene en sus manos decidir sobre la santificación de Oscar Arnulfo Romero. Yo no me quiero meter en asuntos de la Iglesia, mucho menos en asuntos de santos, cosa que no logro entender.

Personalmente no tengo mucho uso para santos, ni para mártires ni para héroes. Así que a mi me da igual si ustedes lo declaran santo a Romero. Es un asunto interno de su Iglesia...

La izquierda radical convirtió a Romero en icono de su revolución. Ponen su silueta a la par de la del Che Guevara, y en El Salvador, su foto a la par de un señor llamado Schafick Handal quien en vida fuera secretario general del Partido Comunista.

Yo a Oscar Arnulfo Romero le hubiera dado un premio Nobel de Paz. Como esto no se dio, sería bueno que usted, como autoridad moral, le diera un reconocimiento público como ciudadano ejemplar, como un hombre con coraje civil ante el poder y ante el miedo.

Después pueden ver con calma lo del santo de la Iglesia y cómo reaccionan ante el hecho que ya otra ‘religión’ lo adaptó como santo de devoción.

A ver cuándo nos visita para ver con sus propios ojos cómo están usando para dividir la imagen de un ciudadano y líder que luchó por la reconciliación.

Respetuosamente, Paolo Lüers

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domingo, 21 de marzo de 2010

Sesenta y siete

En 1933 Osip Mandelstam compuso un poema cuyo referente era Joseph Stalin y los crímenes sanguinarios que se ejecutaban bajo su régimen.

No lo mencionaba, no decía su nombre. Tampoco hacía falta. Mandelstam jamás publicó este poema. Ni siquiera lo tenía escrito. Tan sólo lo recitaba de memoria. Unos meses después, en 1934, la policía soviética allanó la casa de Mandelstam buscando desesperadamente un poema invisible. Por supuesto: jamás lo encontraron. Pero el poeta terminó en la cárcel.

La anécdota detalla puntualmente la vocación del Estado paranoico, del Estado ansioso y aterrado, convertido ya en una compleja industria de persecución, cada vez más asustada y ­por tanto­ cada vez más voraz, implacable.

Con las circunstancias y las diferencias de cada caso, también podría ser un espejo de nuestros días: el Estado que invierte recursos, que gasta funcionarios y publicidad, que inventa programas y leyes, que propone angustias y urgencias, para tratar de cazar gazapos en la red del ciberespacio, mientras, en la red de la calle, en la cotidianidad dura y simple, la violencia social le arrebata la vida a los ciudadanos. Sesenta y siete. Hubo sesenta y siete homicidios en Caracas el fin de semana pasado.

La crónica impactante y conmovedora de la agencia AFP, firmada por Beatriz Lecumberri, rescata del naufragio de dolor de los familiares que esperan a las afueras de la morgue una frase tan desgarradora como amenazante: "Sólo provoca empezar a matar". Eso dice el familiar de una de las víctimas. Es la impotencia trabucada en arma, en peligro. Frente a la nada del Estado, las víctimas comienzan a pensar en convertirse en asesinos. ¿Qué clase de país estamos fundando debajo de las estadísticas de cada fin de semana? La palabra podría ser masacre. Porque la inseguridad social se nos ha ido transformando en un peculiar mecanismo de exterminio. Cada viernes y cada sábado, el homicidio se vuelve un método masivo. Danza en las calles para cumplir con su cuota y mantener una estadística que no entiende qué es la lucha de clases ¿Qué hacen mientras tanto los representantes del pueblo ante estas matanzas? Los representantes del pueblo sólo hacen lo que el Presidente dice. Un día después de un fin de semana con sesenta y siete muertos en la capital, la Asamblea Nacional estaba discutiendo sobre la regulación de informaciones en Internet. Fue lo que pidió el domingo el Presidente.

Deberían, tan siquiera, respetar la tragedia de sus compatriotas. Debería caérseles la cédula de vergüenza. Deberían poner sus cuerdas vocales en remojo. Deberían decretar una jornada especial, en la que todos los diputados permanecieran en silencio, escuchando el nombre de cada víctima, el testimonio de cada madre que ha perdido un hijo a cuenta de la violencia social. Eso sí sería parlamentarismo de calle.

Deberían oír los gritos de la gente y no las instrucciones del poder.

Después de once años, el oficialismo se ha visto orillado a reconocer un problema que ya parece estar fuera de control. Tal vez, sus resistencias a aceptar y a enfrentar esta gran herida de nuestra sociedad tienen que ver con el hecho de que estas estadísticas también develan otra herida, desnudan la gloriosa retórica de "la revolución".

Dentro del discurso del Gobierno, la violencia social es una consecuencia de la desigualdad, del capitalismo. Para no ir demasiado lejos, en su informe anual, el pasado mes de enero, el Presidente señaló que "la violencia es producto de la pobreza y de la falta de educación". Nadie duda de que se trate de un problema complejo, donde las condiciones sociales y la miseria juegan un papel determinante. Pero aceptar ahora esto implica, para el Gobierno, aceptar también que sus otras estadísticas son falsas, que está mintiendo cuando afirma y pregona que estamos superando la pobreza.

"En Venezuela nadie pasa hambre ahorita", dijo el Presidente en su programa 353, el domingo pasado.

Por eso intentan elaborar las fantasías inverosímiles, buscando matizar el problema. Por eso tratan de culpar al paramilitarismo colombiano o llegan a insinuar que nuestros crímenes quizás son parte de una estrategia extranjera, de una nueva conspiración internacional. No sólo es increíble. Es una grosería. Es un puñetazo sobre el duelo de miles de venezolanos. Los sesenta y siete muertos del fin de semana pasado todavía están esperando ser escuchados por el poder.

¿Qué habría qué hacer cada vez que un diputado o algún alto funcionario diga que la inseguridad social en Venezuela es un "invento mediático"? ¿Deberíamos ponerlos presos? ¿Se lo preguntamos a Sean Penn?

(El Nacional/Venezuela)