sábado, 13 de octubre de 2012

La reelección y otras consecuencias

Ganó Chávez con mucho menos de los diez millones anunciados y por una diferencia sustancialmente menor que la predicha por las encuestas que predominaron. Pero ganó.

Perdió Capriles con una votación de seis millones y medio, mucho más que lo que las encuestas predominantes.


Siguen en el poder Hugo Chávez y su equipo. Una primera evidencia de la lectura que han hecho de su triunfo electoral es la designación de sus candidatos a las gobernaciones de estado. Y la escogencia del Vicepresidente. Todo sigue igual, parece ser el mensaje de estas decisiones.


Es cierto que la reacción del vencedor ha sido esta vez menos inmodesta que la de 2006. Llamó por teléfono a su contrincante, a quien por primera vez mencionó por su nombre y ha estado mencionando dos nociones ajenas a su lenguaje y más bien pertenecientes al de quienes plantean una alternativa: unidad nacional y diálogo. Y si bien los gestos tienen un valor, el significado que le da a esas palabras está por verse, y la credibilidad que generen depende de cómo se sostengan y practiquen en el tiempo.


Una llamada no es diálogo. El carácter noticioso de lo que debería ser un acto de cortesía democrática, hablando beisboleramente una jugada de rutina, ya nos indica cómo están las cosas en Venezuela.


Después, el Presidente reelecto ha ido aclarando que las instancias para el diálogo son la Asamblea Nacional y el Consejo Federal de Gobierno. La primera implicación es la percepción de normalidad de su parte. No parece creer que tenga algo de particular que hacer para que el diálogo se dé, él que es precisamente el centro del régimen político tal cual es. La otra es bastante obvia: para que la AN y el CFG sean instancias de diálogo tendrían que cambiar radicalmente.


Después de la apurada reforma reglamentaria esterilizadora de finales de 2010, y especialmente desde la escogencia de Diosdado Cabello para presidirla, la Asamblea es una caricatura de parlamento y el reino de la intolerancia y el irrespeto. Y el Consejo Federal, como tal, no ha funcionado. Ya sería un cambio significativo que ambos órganos se “pusieran a derecho” y actuaran en mayor consonancia con el espíritu y la letra constitucionales.


En el ámbito oficialista, dos asuntos marcarán el paso de los acontecimientos políticos.

Uno es la radicalización que en su programa han llamado “consolidación y profundización del socialismo del siglo XXI”. Aunque su campaña fue más negativa que propositiva, HCF ha sido reelecto con la promesa explícita de avanzar en la construcción del socialismo. Si desde el comienzo acelera el paso, amplia los espacios estatales, reduce los de los ciudadanos y el sector privado, será muy diferente, para peor. Claro que antes de hacerlo debe considerar serios nubarrones económicos, y en consecuencia políticos, que le aconsejarán buscar socios.

El otro es la cuestión de la sucesión. El tema de los temas en el ámbito chavista. ¿Quién lo reemplazará si falta? No es poca cosa.


Las ganancias del perdedor


La construcción de una alternativa exitosa al chavismo no está en cero. No ganar la elección en la que tanta esperanza popular se invirtió fue un fracaso, sin duda. Y duele. Negarlo sería cerrarse a la oportunidad de aprender de la experiencia. También sería tonto desconocer la inmensa desigualdad en que la lucha se ha librado, se libra y se librará, lo cual obliga a evitar a toda costa la rutina del politics as usual. No estamos en una democracia liberal con juego limpio, sino en un régimen de nítida vocación hegemónica que no ha podido librarse de las formas democráticas porque está en Venezuela y en este tiempo histórico.


Dos recursos, considerables recursos, tiene la alternativa democrática venezolana. Uno es la Unidad, otro el liderazgo de Henrique Capriles Radonski. Preservarlos y fortalecerlos a ambos es un imperativo de la realidad.


Los reviso en orden inverso, precisamente porque estamos en Venezuela.


En un país de quien y no de qué, disponer de un rostro para una política, de un líder querido y respetado, joven y fuerte, capaz de hablarle a todo el país, doblemente legitimado por su escogencia en primarias y por su consistente votación el 7-O es una enorme ventaja.


Capriles fue un gran candidato. Trabajador, atractivo, disciplinado en el mensaje. Incluyente en la actitud, en el discurso y en el talante. Tiene condiciones para ser un gran Presidente.


Pero el liderazgo no basta. No se trata de sustituir un personalismo por otro, se trata de superar el personalismo, sus carencias y sus vicios. Y allí tenemos a la Unidad. Capaz de dar forma a una alternativa sólida, de procesar diferencias, de simbolizar el encuentro, de proveer reglas consensuadas, escenarios de diálogo y negociación política, estrategias y propuestas.


La Mesa de la Unidad Democrática es el fruto de la experiencia y la madurez de una oposición que no se conforma con oponerse, y se atreve a proponerse como alternativa. Política, estrategia, programa y plataforma electoral comunes.


La robusta votación de Capriles en la tarjeta de la Unidad fortalece este razonamiento. Casi sin propaganda, uno de cada tres votantes de HCR lo hizo en la tarjeta celeste de la manito. Y otro buen número lo hizo en tarjetas de partidos que diseñaron la suya para beneficiarse del valor de la “marca” unidad. Incluso alguna que, con todo e imagen de Capriles dio sus votos a otra opción para servir al reeleccionismo.


Todas las maneras de votar por Capriles eran unitarias, porque apuntaban al mismo fin, pero esa era la tarjeta creada por unanimidad como símbolo y así lo entendió buena parte del electorado. Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, como era de esperarse, obtuvieron votaciones respetables y merecidas, también aunque en menor medida las debutantes Voluntad Popular; Avanzada Progresista y MPV.


Dentro de las reglas unitarias, era su derecho optar por los símbolos propios y lo hicieron.


Claro que a los números de la tarjeta de la Unidad contribuyeron mucho los partidos que se adhirieron a ella renunciando temporalmente a sus colores, un acto que debe ser reconocido, pero sería demasiado corto el análisis creyendo que esos dos millones y pico son la suma de esas simpatías, porque no lo son. Tampoco suma tanto el rechazo a quienes prefirieron ir con tarjeta propia. La MUD no es un partido ni pretende serlo. El caudal principal lo constituye la adhesión a la Unidad como concepto y el deseo de decirle a los líderes que quieren verlos unidos.


Que la Unidad y el liderazgo de Capriles se mantengan, se fortalezcan y crezcan o no, depende de lo que hagan o dejen de hacer, el mismo Capriles, la Mesa de la Unidad, y sus partidos miembros y sus dirigentes.


Es tiempo de hacer política con seso y con valor. Tener la valentía de usar la cabeza, y la inteligencia de usar los pantalones. Tanto los partidos, como quien fue su candidato. Lo que unos y otro han alcanzado no es nada despreciable. Y la MUD, como instancia, debe servir para procesar el manejo de diferencias, el aprovechamiento de coincidencias, y la búsqueda del máximo potencial multiplicador para ambos.


Las Regionales


En nueve semanas elegiremos gobernadores y consejos legislativos. El calendario apostó a privilegiar el resultado del 7-O. Esas son las condiciones en que se da la partida. Como expresó este cronista en su oportunidad, la fecha 16 de diciembre, bien entrado ya el último mes del año, contribuye adicionalmente a la baja comparecencia de votantes.


Para el oficialismo, la elección de gobernadores es una extensión de la presidencial. Por noción política cuyo centro es el liderazgo personal del Presidente, y noción del Estado fuertemente centralista.


Para la Unidad es todo lo contrario. Es descentralizadora por convicción y también por racionalidad política. Debe concebirla como 23 elecciones, con ciertos rasgos comunes y muchas particularidades regionales.


La designación de Antonio Ledezma como coordinador del Equipo Nacional de Apoyo a las Campañas Regionales, apunta en esa clara dirección estratégica, así como en la actuación, desde el principio, en los parámetros de la nota anterior. 


(El autor, catedrático de ciencias políticas y coordinador de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la alianza de los partidos venezolanos que llevó como candidato a Henrique Capriles, es considerado el arquitecto de la unidad de las fuerzas opositoras)  

Telegramas urgentes. Por favor contestar.

A Sigifredo Ochoa: Retiro todo lo dicho en mi carta del 20 septiembre. Excepto esto: “Los traidores siempre surgen entre los oportunistas.”

A Ciro Granados: Sentido pésame. Luego de larga agonía por envenenamiento a cuentagotas murió el día 11 de octubre tu proyecto La Página. Por sobredosis.

A David Reyes: Si salís a denunciar con nombres, sumas y fechas las amenazas y las ofertas de dinero recibidos para votar por Astor Escalante, no estarás solo.

A ARENA: ¿Cuándo van a aprender a luchar contra la compra-venta de votos sin atentar contra el derecho al voto por conciencia?

A los diputados de ARENA: ¿Cómo es posible que reciben ofertas de soborno y extorsiones y nadie va a la fiscalía?

A Astor Escalante: ¿Con qué cara aceptarás una eventual elección como fiscal general con votos comprados? 


A Alfredo Cristiani: Algo está muy mal en tu fracción. Tal vez tiene que ver que en la Asamblea no dieron espacio a los nuevos liderazgos.

Al COENA: No se les ocurra recomprar a los diputados que se vendieron. No tienen valor.

Y al final tres telegramas no que no tienen nada que ver con corrupción. O quien sabe...:

Al viceministro de transporte Nelson García: ¿Cuál parte de “parada de buses” no entiende?

A Oscar Ortíz: ¿Quieres ser vice de Sánchez Cerén o referente de la izquierda democrática?

A Norman Quijano: Me gustaba tu camioneta vieja en la cual una vez me llevaste al Estadio.

Esperando sus respuestas, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

viernes, 12 de octubre de 2012

Un área natural protegida para Jiquilisco, ¿la solución?


Un estudio reciente publicado en Nature revela que en el 85% de las reservas en zonas tropicales han perdido vegetación. Descubrieron que si bien en la mayoría se han adoptado medidas de protección in situ, no resulta suficiente si no se trabaja también con el entorno inmediato al área de preservación.
En el caso salvadoreño es peor, ya que las áreas protegidas no funcionan, no existe personal adecuado y en muchos casos ni siquiera existe la protección legal. Un ejemplo es la Bahía de Jiquilisco. Existen muchos esfuerzos para tratar de "declararla como área natural protegida", pero ya está muy protegida es un manglar, por tanto un bien nacional que forman parte del patrimonio natural del Estado. Es un sitio RAMSAR y una reserva de la biosfera; además las playas son bienes propiedad del Estado. La declaración de un área natural protegida aunque incrementará la protección legal de la zona y podría poner más restricciones a las prácticas indeseables, no solucionará el hecho principal: No existe una correcta aplicación de la ley. Por esa razón no hay protección.
Por ejemplo la pesca con explosivos, hay una ley de pesca clara, donde se prohíbe expresamente la pesca con bombas y aún así sucede. Esto puede ser debido a tres factores.
1. Las leyes no son claras, no es el caso la ley de ordenamiento y promoción de la pesca y acuicultura, dice textualmente: "Art. 31.- Se prohíbe el ejercicio de la extracción usando venenos, explosivos u otros de similar efecto destructivo..." Más claro no se puede, sin embargo se sigue pescando con explosivos.
2. No existe voluntad política y de las autoridades locales por solucionar el tema. A mi juicio no creo que sea un tema que le interese a la clase política, pasan discutiendo más cuotas de poder y control del aparato electoral, que preocuparse del desarrollo sostenible de la bahía de Jiquilisco.
3. No se puede aplicar la ley. En parte porque las leyes están mal formuladas, seguramente deberían ser más imaginativas y facilitar su aplicación, pero no son malas, el gran problema es lo difícil que se vuelve la supervisión en campo de las actividades planteadas.
Este es el gran dilema, como después de ser declarado RAMSAR, ser Reserva de la Biosfera, tener además un plan de manejo, ser humedal protegido, contar con la ley de áreas naturales protegidas, con la ley de ordenamiento y promoción de la pesca y acuicultura, haber tenido un proyecto del Banco Mundial con 5 millones de dólares, tener muchas ONGs en el lugar, ser un punto estratégico, tener oficinas del Ministerio de Medio Ambiente, tener oficinas de CENDEPESCA; y seguramente muchísimos más esfuerzos gubernamentales, y no se logra detener la pesca con explosivos. No es la ley, la voluntad política o los recursos económicos. Es la mística de trabajo local de los cuerpos de seguridad.
La base para el trabajo en un área natural protegida son guardarecursos, complementado con la división de medio ambiente de la Policía Nacional Civil. Las áreas protegidas más exitosas no han sido las que más recursos se les han invertido, son las que su cuerpo de guardarecurso ha estado mejor capacitado y equipado. La idea no es que sólo con "garrote" entiende la gente, por supuesto que existen otras acciones, pero es imposible ordenarse sin que exista un elemento punitivo aplicable, con sólo buena voluntad no se arreglan los problemas.
Así como la base de la educación son sus profesores, así la base de la conservación de la naturaleza son sus guardarecursos.

Original en El Diario de Hoy http://www.elsalvador.com/mwedh/nota/nota_opinion.asp?idCat=50839&idArt=7333727


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jueves, 11 de octubre de 2012

Carta a la Selecta

Estimados selectos:
Mañana les toca el partido decisivo contra los ticos: Si pierden, hasta ahí llegaron; si ganan, queda una pequeña esperanza de llegar hasta Brasil 2014.


Pero no nos demos paja: Todos sabemos que el sueño del Mundial le queda grande al país, que nunca a hecho sus tareas para promover el deporte. Así que ustedes, mañana en el Cuscatlán, libérense de esta gran carga de Brasil 2014, jueguen simplemente para ganar a los ticos. Jueguen sin complejos. Los ticos son de la misma liga, son tercermundistas como nosotros, aunque ellos creen que no...

Cuando entren al estadio, no piensen en la meta de medirse con Brasil, Italia, Argentina, Alemania y España, sueñen con mostrar que en Centroamérica no hay tata a quién temer. Entren al juego para demostrar que nuestros futbolistas, muy a pesar de la corrupción en la federación y la politiquería de La Chelona y su INDES, pueden vencer a cualquier equipo en la región. Incluyendo a los ticos... y en un día bueno, a los mexicanos.

Nosotros no esperamos realmente que ustedes vayan a Brasil al Mundial 2014. Nadie les exige tanto. Nosotros esperamos que ustedes muestren que en El Salvador se puede romper con lo mediocre, con la corrupción, con la arrogancia de los funcionarios políticos y deportivos. Esto es lo que está en sus manos (mejor dicho: sus pies) mañana en el Cuscatlán. Nada más, nada menos. Y esto ustedes lo pueden lograr.

Saludos y suerte les desea Paolo Lüers
(Más!/EDH)


martes, 9 de octubre de 2012

Carta a los nuevos alcaldes

Estimados ediles:
Ustedes fueron la sorpresa de las últimas elecciones, cuando ganaron algunas alcaldías consideradas bastiones del FMLN: Soyapango, Mejicanos, Ilopango, Apopa... y otras.

Hoy leemos en la prensa que algunos de ustedes se recetaron jugosos aumentos de sueldo, de gastos de representación y también de dietas para los concejales. Mala idea. Mal ejemplo. Mala señal.

Entiendo perfectamente que a los funcionarios públicos hay que pagarles salarios dignos, para que no tengan pretexto de caer en tentaciones de corrupción. Probablemente un salario de $1,900 para quien administra una ciudad como Mejicanos no es suficiente. Pero es una señal de arrogancia intolerable recetarse aumentos antes de mostrar obras, antes de mostrar capacidad de mejorar la administración municipal. Y es una estupidez hacerlo en medio de despidos de trabajadores de sus alcaldías...


Fíjense que entiendo perfectamente la necesidad de limpiar las alcaldías de los activistas de partido. Suelen llenarse de empleados que más que trabajar por el municipio, trabajan para su partido. Pero para hacer la limpieza, se necesita cumplir dos condiciones: primera, no caer en lo mismo. De nada sirve si solamente de activistas de un partido se cambia a activistas de otro. Segundo: Aplicar austeridad. Uno no puede despedir trabajadores y al mismo tiempo recetarse aumentos de salario y gastos de representación.

Por esto la noticia del aumento de sus salarios nos cae como balde de agua fría. Están en medio de conflictos laborales, están despidiendo a empleados municipales, no han mostrada obras todavía, pero están agarrando la alcaldía como tienda de autoservicio. No es para esto que los votantes decidieron cambiar de alcaldes, ténganlo por seguro. No es esto lo que la gente espera de ARENA, partido que diariamente critica al gobierno de Funes y del FMLN por el despilfarro de sus funcionarios...

Ustedes sabían que asumir el gobierno en sus municipios iba a exigir sacrificios. Asumen el huevo en que se metieron. Y no traten de convertirlo en huevo dorado.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)

Observador político: Chequera gana a galán

Me equivoqué. Estaba convencido que esta vez Hugo Chávez iba a perder. Tan así que preparé para el lunes una columna titulada: “El Flaco Capriles lo hizo”. Por suerte, no la publiqué, porque conocí a tiempo los resultados, que dan a Hugo Chávez la victoria con 54% de los votos sobre el candidato opositor Henrique Capriles con el 45%.

¿Qué pasó? Desde lejos (porque no pude cubrir estas elecciones desde adentro de Venezuela) leí mal los señales.

O más bien: No leí todas las señales. Discutiendo con otros analistas, a pocos días de las elecciones, les expuse mi lectura: Aunque la mayoría de las encuestas no lo reflejaron, en la recta final de la campaña hubo una ruptura anímica, sobre todo en el sector que normalmente se abstiene. Hubo elementos que mostraban que se estaban rompiendo las dos barreras principales responsables de la abstención: el miedo y el escepticismo. Las últimas concentraciones de Capriles en Caracas y otras ciudades lo mostraban: la gente salía al encuentro de este joven candidato en números y con un entusiasmo inesperados. Parecía que el discurso reconciliador, moderado y reformista de Capriles calaba al final de la campaña. Conclusión: si esta ruptura se traduce en porcentaje muy alto de votación, o sea si los escépticos y miedosos realmente salían a votar, Capriles gana.


Cuando el día de las elecciones era visible que la votación estaba muy alta, cuando a mediodía ya habían votado el 70% y aun había colas, todo parecía indicar que el favorecido de la masiva votación iba a ser el candidato opositor.

Y fue así. De hecho, Capriles aumentó el voto opositor a un número record, consiguió 1.7 millones votos más que el candidato opositor del 2006. En cambio, Chávez solo logró sumar 300 mil votos nuevos, siempre en comparación con su última reelección.

Pero lo que no percibí fue otra señal, otro efecto anímico de la recta final de la campaña. Todas las encuestas señalaban que Chávez se había estancado, que estaba en ventaja, pero que ya no crecía, que ni siquiera llegaba a consolidar su voto tradicional. Esto significaba que una parte de los votantes tradicionales del chavismo estaban desertando al abstencionismo o incluso a una oposición que prometía mantener el gasto social de Chávez, pero haciéndolo más efectiva y transparente y convirtiéndolo en inversión social. Pero resulta que en la recta final, cuando parecía que Chávez podía perder, su partido logró movilizar y animar nuevamente a sus bases. Al fin caló el discurso de Chávez que en esta elección estaban en juego todos los logros de su gestión, sobre todo las subvenciones multimillonarias a los sectores populares. Chequera gana a galán.

Entonces, mi lectura que por más baja la abstención, mejor resultado para la oposición, no era correcta. Ambos candidatos se favorecieron con la movilización final de los votantes. El hecho que al final hasta el último venezolano entendió que en esta elección realmente se jugaba la revolución bolivariana como tal, movilizó las reservas tanto de la oposición como del chavismo. Mantuvo su ventaja Chávez.

 ¿Y ahora qué va a pasar en Venezuela? La oposición obviamente se consolidó, pero también el chavismo. Quedan confirmados dos bloques políticos bien definidos, bien organizados, bien enfrentados y casi antagónicos, cada uno representando una mitad de los venezolanos. Hay que reconocer el apoyo popular que Chávez, con todo el desgaste de 13 años de gobierno y múltiples problemas no resueltos del país (violencia, inflación, erosión del aparato productivo) ha logrado consolidar. Pero hay que reconocer igualmente que bajo el liderazgo de El Flaco Capriles y con la línea socialdemócrata, bajo la cual él y otros dirigentes jóvenes unieron los movimientos y partidos de centro y centro-izquierda, nació una oposición consolidada que representa la otra mitad de los venezolanos que rechazan el camino a una economía del estado y una democracia sin división e independencia de poderes.

En la noche de la victoria de unos y la derrota de otros, ambos candidatos mandaron señales positivos, hablando de reconciliación y diálogo nacional. Ahora todo depende si Hugo Chávez, confirmado por el voto popular, hace realidad su anuncio de la campaña de “profundizar el socialismo”, o si entiende que un cambio de sistema económico y político en contra de la voluntad expresa de la mitad de la ciudadanía no es sostenible sin imposiciones y exclusiones. En la noche del domingo, su discurso era ambiguo: al principio en tono conciliador, al final la acostumbrada arenga revolucionaria que siempre culmina en la consigna “¡Socialismo o muerte!” Si Chávez se va por esta via, la polarización se profundizaría, pero ahora con un bloque opositor legitimado y consolidado.

Para la oposición esta derrota es la prueba máxima. Pronto veremos si logra mantener la unidad construida en los últimos 3 años; si Capriles se proyecta como líder de esta unidad; si se mantiene el discurso conciliador y reformista o si sectores de derecha logran introducir nuevamente su veneno golpista y reaccionario. La próxima prueba: las elecciones de gobernadores en diciembre de este año.

La otra incógnita es el estado de salud de Chávez. Sorprendió al mundo mostrando que sí tuvo fuerza suficiente para terminar bien la campaña. ¿Pero tendrá la fuerza para cumplir el nuevo mandato de 6 años? En caso que no, otro dirigente chavista (que nadie ve quién podría ser) tendrá que enfrentar a Capriles en elecciones presidenciales anticipadas.
(El Diario de Hoy)