sábado, 13 de diciembre de 2014

Carta a Sigfrido Reyes, empresario de bienes raíces

Estimado Sigfrido:
¿Quién hubiera pensado que -entre todos los funcionarios- serías vos quien iba a dar un valioso aporte a la semana de transparencia que actualmente estamos celebrando con conferencias, debates, foros? Un poco involuntario, me imagino, pero no importa: es exactamente lo que necesitábamos.

De esta manera, fíjate bien, puedo presentar como buena noticia y señal de esperanza lo que otros lamentan como otro paso más en el camino a convertirnos en un "estado fallido". Para mi, el que te hayan agarrado con las manos en la masa, haciendo negocios de bienes raíces aprovechando tu posición como presidente de un poderoso órgano del Estado, es lo mejor que nos podía pasar.
El caso Sigfrido Reyes es la muestra que ya tenemos una sociedad civil, unos medios de comunicación y una opinión pública fuertes, críticos y lo suficiente independientes para cumplir su papel de vigilancia ciudadana. Y si se sigue manejando bien tu caso, también las instituciones democráticas del Estado pueden mostrar que ya no son de adorno, sino ejercen de verdad el control sobre los funcionarios y su desempeño en el manejo del poder y de los fondos. Hay que dejar que la fiscalía, la Corte de Cuentas, el Tribunal de Ética Gubernamental, el Instituto de Acceso a la Información Pública, y la sección Probidad de la Corte Suprema hagan su trabajo, investiguen la mezcla de política y negocio en que estás envuelto, y tomen las medidas justas y necesarias.

Una institución ya falló: la Secretaría de Transparencia de la Presidencia de la República. No sólo que no investigó nada, sino inmediatamente salió en tu defensa. Bueno, pero es una institución del Ejecutivo, además muy ideologizada. Realísticamente, no se podía esperar otra cosa de una institución que poco se dedica a generar transparencia, sino más bien propaganda. No es realmente una instancia independiente y de control.

Pero con tal que los medios no se dejen intimidar y que la ciudadanía siga exigiendo la estricta aplicación de la ley, las instituciones constitucionales de control arriba mencionadas van a actuar como les corresponde: con autonomía, apegados a la ley, y sin miedo de proceder contra quién sea.
Esto es nuevo en nuestro país. Y es buenísima noticia. Gracias por tu aporte a este verdadero cambio, aunque sea involuntario.

El hecho que vos, actuando como presidente de la Asamblea, comprás al IPSFA la Villa Dueñas a un excelente precio (dicen que 4.8 millones de dólares), a primera vista puede parecer insospechoso. Este dinero ayuda a una institución de previsión social para los militares y exmilitares que está en una situación financiera insostenible. No porque la hayan administrado mal los militares, sino simplemente por que hoy hay pocos militares activos que cotizan y muchos que necesitan recibir pensiones. Es un efecto lógico de la drástica reducción de la Fuerza Armada.

Sospechoso se vuelve el asunto cuando vos, esta vez con sombrero de empresario de bienes y raíces, luego recibís un generoso descuento, cuando mediante una compañía llamada Terrain compras al IPSFA lotes en Nuevo Cuscatlán. Como todo esto paso con poca transparencia, obviamente hay quienes pensarán que el descuento es la comisión por la venta de la Villa Dueñas.

Es precisamente por esto (y porque nadie tiene idea cómo financiaste tus negocios inmobiliarios) que no hay que permitir que altos funcionarios, sobre todo cuando manejan fondos públicos y firman convenios con empresas, tengan a la par sus propios negocios. Mucho menos, cuando estos negocios personales tienen relación con los convenios que como servidores públicos firman o influencian.
Hay quienes interpretan este escándalo, en el cual estás involucrado, como muestra de que la corrupción es indetenible. Lo contrario es cierto: comprueba que con suficiente autonomía los medios, la opinión pública y las instituciones de control pueden detectar, hacer visible y frenar la corrupción. Y esto, como dije, es una señal excelente.

Gracias por haberte prestado como ejemplo. El partido y el presidente te van a dejar caer como una papa caliente, porque no pueden nadar contra la corriente de transparencia.

Agarrá la embajada antes de que retiren su oferta… Adiós, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)